Arnel Pineda pasó de cantar en bares de mala muerte, haciendo covers de Heart, Survivor, The Police a ser el vocalista de Journey, la misma de la que cantó cientos de covers en varios lugares por poco dinero.
De vivir en la calle en Filipinas, pasó a ser uno de los artistas mejores pagados del mundo, y en 2008, en la Quinta Vergara, debutó con la banda Journey, ante 18.000 personas que fueron la jornada del 21 de febrero. Una noche mágica, con una historia única. Esta es la historia de ese 21 de febrero de 2008.
La historia de Arnel Pineda con Journey es realmente casi sacada de un guión de una película de hadas. Es perfecta, impensada y con detalles que confirman que el destino a veces sí existe.
El espacio que dejó Steve Perry luego de su salida a finales de los noventas fue enorme, al punto de que la banda tuvo que probar nuevas voces e incluso llegar a replantear su existencia.
Steve Augeri fue el que más lo logró, pero a pesar de su tremendo registro vocal y parecido al de Perry, no logró cautivar a la audiencia como lo lograba hacer el showman californiano. Augeri renunció el 2006, dejando a la banda pendiendo de un hilo y con el fantasma de Perry cada vez más vivo. Pero, vino un milagro.
Una noche, el gran Neal Schon, guitarrista, líder y fundador de la banda, estaba escuchando música por internet y buscando algunos nuevos sonidos. Resulta que en algún punto de esa noche llegó a una banda llamada The Zoo, donde Arnel Pineda cantaba. Vio algunas presentaciones que tenían en bares pequeños en Filipinas donde interpretaban versiones cover de temas de Heart, Survivor, The Police y Journey. Luego de eso, quedó helado: había encontrado al reemplazante definitivo para Perry.
Inmediatamente Schon se comunicó con la banda por mensajes de YouTube. Obviamente no le creían en un principio y no le respondieron, pero finalmente la banda respondió el requerimiento del líder de Joyrney: que Pineda viajara San Francisco para que audicionara como la nueva voz de la banda.
Ensayó por algunos meses y ya estaba listo para hacer su debut ante todo el mundo, siendo promocionado por las revistas y diarios como “el nuevo Steve Perry”, una mochila más que grande.
El debut
Ese tan ansiado estreno lo hizo acá en Chile, nada más ni nada menos que en el Festival de Viña del Mar del año 2008, noche compartida con Stefan Kramer y la banda chilena, Sinergia.
Esa noche, Pineda no podía creer que iba a debutar ante tanta gente. Incluso, contó en una entrevista cómo fue esa noche.
Me sentía preparado, practiqué mucho; estaba confiado. Pero en esa misma noche me dijeron que habría 18.000 personas en el público. ¿18.000? ¡Eso es mucho! Luego escuché el atronador aplauso. ¿Cómo podré encararlos? Comencé a aterrarme, la punta de mis dedos se entumecieron, mi respiración se volvió débil. Neal [Schon] me preguntó si estaba bien. Sí, lo estoy —dije con mis labios temblando. ¿Conoces ese tipo de miedo? Cuando te dicen que en dos minutos hay que salir a escena. ¡Oh, Dios, estoy muerto! ¿Conoces la sensación de vértigo? Estaba al borde del acantilado, y alguien con sólo tocarme me hubiese lanzado para abajo.
Sin embargo, ese nerviosismo desapareció, ya que se echó al bolsillo en la primera canción de la noche, Separate Ways, donde el mundo entendió por qué era él el indicado para a la delantera de Journey.
La noche fue mágica. Llena de hits, donde Open Arms y Don’t Stop Believin’ fueron las que más cautivaron al público.
Este fue el setlist de esa noche, donde un chico filipino de una pequeña ciudad, tal como dice la canción, no dejó de creer y comenzó una exitosa carrera.