
Medios internacionales, nacionales e incluso el humorista Stefan Kramer hicieron mofa del collage que le entregó la ex alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato a Miguel Bosé. La imagen recorrió el mundo, tanto por la imagen de Bosé al recibir el premio como también, por lo llamativo del regalo. Esta es la historia detrás de ese collage que finalmente, el Hijo del capitán Trueno no se llevó.
Todo comenzó cuando se confirmó que Miguel Bosé se subiría al escenario de la Quinta Vergara por décima vez, más que ningún artista internacional en toda la historia del certamen. Querían homenajearlo de manera especial, no con una gaviota más para su amplia colección, sino que con algo especial.
El premio Ícono del Festival con que los organizadores lo premiaron por su trayectoria en el escenario latino más importante del mundo finalmente fue un “collage” de todas sus presentaciones en Viña (1981, 1982, 1984, 1994, 1997, 2001, 2005, 2008, 2013 y 2018).
En 2018 precisamente Bosé fue el encargado de abrir el Festival de Viña del Mar, con una presentación marcada de hits, con un tono emotivo y nostálgico, donde además de llevarse las gaviotas, se le entregó el premio que finalmente se llevó toda la atención.
Según contó a Radio ADN la productora general del Festival de Viña del Mar en ese momento, Carla Ruz, fue una idea dela organización del Festival de entregar el premio. “Fue una solicitud de Alex (director del Festival de Viña del Mar), que me comenta y me dice ‘mira, vamos a entregar este premio. Me gustaría que fuera un collage de las diferentes actuaciones de Miguel Bosé en la Quinta’, y yo le digo ‘okay, vamos a diseñarlo, vamos a verlo, veamos cómo lo armamos”, dijo.
Además, aseguró que el regalo se veía distinto en persona, a como se vio en Internet y en televisión. “Casi morí, desmayada, al lado del escenario; porque yo lo vi, lo tuve en mis manos. De hecho el director lo vio y dijo ‘está perfecto, vamos con esto, lo vamos a instalar. Cuando lo veo en cámara me empecé como a desmayar. Y yo decía ‘Pero ¿Por qué se ven esos brillos si no son tan así?’. No mal. Y claro, un mea culpa, pero ya estaba hecho”, desclasificó.
Si bien, el artista español quería llevarse el premio a España o Panamá, donde reside desde hace algunos años, los responsables del certamen tuvieron que volver a guardarlo debido a un factor técnico: sus dimensiones y su peso de alrededor de tres kilos.
El equipo de Bosé consideró que era inviable desplazarse entre distintas ciudades con una estructura tan voluminosa y delicada, fabricada con maderas de raulí, letras de bronce y oro, y cristales Swarovski en la Gaviota que adorna uno de sus extremos superiores.
Lo cierto, es que nunca se supo si se cumplió la promesa de enviarle el regalo a alguna de sus oficinas.