
Luego de la salida del baterista Mauricio Basualto de Los Bunkers debido a problemas de salud, la banda penquista estaba necesitada de encontrar un reemplazo lo más rápido posible. El Festival de Viña en el horizonte exigía alguien que aprendiera rápido el repertorio de la banda, sus hits y más importante, se empapara del espíritu del grupo de Concepción. Y lo lograron encontrar, en una joven de 34 años en ese entonces, oriunda de otra ciudad del sur, Valdivia. Esta es la historia del debut de la gran Natalia Pérez, “Cancamusa“.
“Le hicimos un llamado para que nos viniera a ayudar y afortunadamente tuvo la buena disposición y la energía de poner su talento también al servicio de las canciones del grupo. Así que estamos muy contentos de tenerla (…) Cancamusa le da un toque muy especial a la banda en términos energéticos. Creo que tiene una sensibilidad muy diferente a la nuestra, que viene a aportar algo que nuestro show no tenía”, fue la primera declaración de Los Bunkers sobre Cancamusa, en la conferencia de prensa previa a su show en Viña.
Y es que Pérez no era una desconocida para los integrantes del grupo oriundo del sur de Chile, especialmente para los hermanos Durán, que habían colaborado con ella en Lanza Internacional, banda de los hermanos junto al música Ricardo Nájera. Además, la artista había abierto para el grupo en los shows que se realizaron en marzo de 2023 en Santa Laura, el regreso del grupo a los escenarios tras casi nueve años donde no tuvieron ninguna novedad como banda.
“Nuestra amiga, que nos va a ayudar a sacar adelante estos conciertos (…), ella gentilmente está poniendo su talento y su trabajo a disposición de nuestras canciones, lo cual nos tiene muy contentos, porque es una gran amiga y también es una baterista excepcional”, detalló Mauricio Durán por medio de sus redes sociales.
Y su debut en la banda fue mágico. La Quinta Vergara se vino abajo desde el primer minuto cuando los primeros tambores de la canción “Miño“, una de las canciones preferidas de la fanaticada de los penquistas, nombrada en honor a Eduardo Miño, obrero chileno y militante del Partido Comunista de Chile, quien en 2001 se quemó a lo bonzo frente al Palacio de La Moneda, en protesta por su condición de desempleado y por las víctimas de la asbestosis, enfermedad que afectó a miles de trabajadores en Chile.
Luego con “Miéntele” y “Bailando Solo“, el público ovacionó a la banda y a su flamante baterista por su interpretación de los hits del que es considerado como el último grupo de rock del país. Gaviota de Plata y de Oro fueron los premios para la banda, que fueron levantados por Pérez, los Durán y los López como una señal de éxito y como la antesala de lo que vendría en 2024: Dos conciertos en el Estado Nacional y la grabación de su primer Unplugged.