
En una noche donde la nostalgia y el virtuosismo se dieron la mano, Peter Frampton subió al escenario del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 2008 con la misión de recordar a la Quinta Vergara por qué su nombre está escrito en la historia del rock. Con décadas de trayectoria y un legado indiscutible, el británico desplegó un repertorio cargado de clásicos y demostraciones técnicas que mantuvieron en vilo a los asistentes.
Desde el primer acorde, Frampton hizo gala de su maestría con la guitarra, ofreciendo interpretaciones impecables de temas que marcaron generaciones. Show Me the Way, Baby, I Love Your Way y Do You Feel Like We Do resonaron con la misma energía con la que conquistaron los escenarios en los años 70. Pero el británico no se conformó con revivir su propio legado, sino que rindió homenaje a otros íconos con versiones de Black Hole Sun de Soundgarden y While My Guitar Gently Weeps de The Beatles, demostrando su versatilidad y profundo respeto por la historia del rock.
El uso magistral de su talk box, sello distintivo de su estilo, añadió un matiz único a la presentación, generando uno de los momentos más memorables de la jornada. La guitarra de Frampton habló a la audiencia de Viña del Mar, evocando una época donde la técnica y la pasión iban de la mano.
Aunque la noche estuvo marcada por una audiencia diversa, su espectáculo logró capturar a los amantes del rock que lo ovacionaron de pie. En un festival donde la balada y la música latina predominan, Peter Frampton reafirmó que el rock tiene un espacio inamovible en la memoria colectiva, dejando en la Quinta Vergara una lección de historia musical y un espectáculo que, con el tiempo, ha adquirido un carácter casi mítico dentro de la tradición del certamen.
Para revivir este memorable concierto, puedes ver la interpretación del clásico de los Beatles que revivió el británico en esa oportunidad: