
En contexto del quinto capitulo de Camino a Viña, el humorista y animador Álvaro Salas recordó las dos veces que se presentó en solitario en el Festival de Viña, destacando que también tuvo que atravesar por algunos inconvenientes en vivo.
El comediante destacó que en la edición del 2000 no todo fue aplausos y elogios, ya que vivió un momento complejo cuando se empezó a escuchar un sonido muy fuerte que venía desde el micrófono. Pese a esa imprevista situación, Álvaro Salas salió del paso a su estilo y dijo “perdón, es que estoy un poco resfriado y me silba el pecho”.
En 2007, Álvaro Salas volvió a subirse al escenario de la Quinta Vergara y al final de la rutina empezó a escuchar gritos de parte del público. “Lo que pasa es que entraron los Pujillay, les fue súper bien, se fueron y yo seguí con las noticias. Empezó una bulla en el público y la gente gritaba ‘que se vayan los hue…’”, confesó.
Salas analizó la situación y se dio cuenta de que los abucheos no eran ni para él ni para su agrupación, sino que eran parte de una protesta de deudores habitacionales, por lo que decidió continuar con su rutina, con ayuda de los animadores.