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Hicieron historia en Viña: Santana

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El 25 de febrero de 2009, la Quinta Vergara vibró con la inconfundible guitarra de Carlos Santana, quien se presentó en la tercera noche del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Con una trayectoria que abarca más de cinco décadas, el icónico guitarrista mexicano-estadounidense ofreció un espectáculo inolvidable, combinando su característico estilo que fusiona rock, blues y ritmos latinos. Ante una audiencia de casi 17,000 personas, Santana dejó en claro por qué es considerado uno de los músicos más influyentes de todos los tiempos.

Desde el primer acorde de Jin-go-lo-ba, Santana capturó la atención del Monstruo, llevándolos por un viaje musical que incluyó éxitos como Black Magic Woman/Gypsy Queen, Oye cómo va, Samba pa ti, Maria Maria” y la infaltable Smooth, uno de los temas más exitosos de su carrera. La presentación también tuvo espacio para improvisaciones y solos de guitarra llenos de intencidad, donde Santana demostró su habilidad única para transmitir emociones a través de su instrumento.

El público reaccionó con ovaciones y entusiasmo, entregándole Antorchas de Plata y Oro, y finalmente la Gaviota de Plata, los máximos premios del festival. En respuesta, Santana compartió palabras de paz y unidad, expresando su deseo de ver una Latinoamérica unida y sin conflictos.

Carlos Santana: Un Ícono del Rock Latino

Nacido en Autlán de Navarro, Jalisco, México, en 1947, Carlos Santana comenzó su carrera musical a temprana edad, influenciado por su padre, un violinista de mariachi. Su familia se trasladó a San Francisco, donde el joven guitarrista absorbió el espíritu del blues y el rock psicodélico de los años 60. Fue en 1969, en el mítico festival de Woodstock, cuando su banda, Santana, se catapultó a la fama con una explosiva mezcla de rock y percusión latina.

A lo largo de su carrera, ha vendido más de 100 millones de discos, ha ganado 10 premios Grammy y ha trabajado con artistas de renombre como Rob Thomas, Maná y Shakira. Su legado musical se ha mantenido vigente, y su impacto en la música latina y mundial es incuestionable.

La noche de Santana en Viña del Mar no solo fue un despliegue de virtuosismo musical, sino también un momento de conexión profunda con el público chileno. Su habilidad para fusionar géneros y transmitir un mensaje de amor y unidad quedó grabada como una de las presentaciones más memorables en la historia del festival.

A continuación, te dejamos un pedacito de lo que fue su notable presentación en Viña: